29 de novembro de 2024
Resumen Express de la COP 29
Nuestro tradicional resumen express de la COP ofrece un panorama general de las negociaciones de la COP 29 y sus principales resultados.
Ya sabíamos que sería extremadamente desafiante adoptar un nuevo objetivo de financiamiento climático justo en esta COP, considerando el actual contexto geopolítico, la complejidad y sensibilidad inherentes a la propia discusión sobre financiamiento en la CMNUCC, y las circunstancias que llevaron a Bakú, rica en petróleo, a asumir la Presidencia de esta COP. Pero nadie habría imaginado que sería posible acumular tantos fracasos en una sola COP.
La COP 29 podría ser recordada como la COP que no cumplió. No logró adoptar una decisión para operacionalizar el Programa de Trabajo sobre la Transición Justa, un programa que seguirá por un año más completamente vacío y con un alcance indefinido. Tampoco entregó una decisión para implementar las recomendaciones del Balance Mundial del Acuerdo de París y asegurar que la próxima ronda de NDCs esté alineada con sus resultados, incluyendo un proceso de transición lejos de los combustibles fósiles. Y no se logró una decisión unánime sobre el nuevo objetivo de financiamiento climático, con varias objeciones manifestadas durante la plenaria, y un lenguaje ambiguo y poco contundente.
Con la excepción de la tan esperada decisión sobre el artículo 6 del Acuerdo de París, esta COP 29 no solo fue poco representativa en términos de avances sustanciales en la agenda de la CMNUCC, sino que también contribuyó a desestabilizar la confianza en el proceso multilateral como mecanismo de cooperación para enfrentar la crisis climática, dada la conducción poco transparente y obstruccionista por parte de la Presidencia, incluso en la plenaria. Como siempre en estas negociaciones, las decisiones se logran a costa del agotamiento de los demás.
Le tocará a Brasil en la COP 30 del próximo año “salvar” el régimen de la CMNUCC de esta crisis de confianza.
Pero antes… sobre LACLIMA
LACLIMA – Latin American Climate Lawyers Initiative for Mobilizing Action – es un instituto dedicado a estudiar, investigar, desarrollar y divulgar conocimiento sobre el derecho del cambio climático en Brasil y América Latina. Nuestra labor tiene como objetivo apoyar a la sociedad brasileña y latinoamericana en la implementación del Acuerdo de París, la promoción de una economía descarbonizada y la construcción de una sociedad más resiliente al clima, con justicia climática.
Desde 2019, LACLIMA ha estado presente en las negociaciones del régimen de la CMNUCC, siguiendo sistemáticamente los principales temas de la agenda de negociaciones, produciendo contenidos, informando y capacitando a miembros y organizaciones de la sociedad civil brasileña y de otros países de América Latina.
LACLIMA monitorea el desarrollo de las negociaciones, la agenda y los resultados de los eventos y reuniones mandatados por las conferencias de las Partes de la CMNUCC y del Acuerdo de París a través del Monitoreo del Acuerdo de París, un boletín mensual enviado por correo electrónico. Cualquier persona puede suscribirse para recibir el Monitoreo del Acuerdo de París al final de la página del Observatorio del Acuerdo de París en nuestro sitio web.
LACLIMA también impulsa una red de juristas y estudiantes de derecho que actualmente cuenta con más de 1,350 miembros en Latinoamerica: la “Red LACLIMA”. Esta iniciativa busca crear una comunidad de profesionales capacitados y comprometidos, promoviendo acciones orientadas a la educación, investigación y concienciación en el campo de la legislación climática. Si eres estudiante de derecho, licenciado o abogado y estás interesado en formar parte de la Red LACLIMA, accede al formulario de inscripción.
Nuestro trabajo en la COP 29
LACLIMA estuvo presente en la COP 29 con una delegación de 6 abogados(as), siguiendo las negociaciones en temas de Adaptación, Pérdidas y Daños, Mercados de Carbono, Mitigación, Financiamiento, Transición Justa, Transferencia de Tecnología y Transparencia, con el objetivo principal de traducir el desarrollo de las negociaciones para la sociedad civil. A lo largo de la conferencia, se llevaron a cabo seis reuniones informativas (briefings), que pueden ser consultadas en el Instagram de LACLIMA o a través de los enlaces a continuación:
- Briefing del 15/11 sobre actualizaciones de las negociaciones
- Briefing del 16/11 con MMA y MRE sobre el balance general de la primera semana de la COP 29
- Briefing del 19/11 sobre actualizaciones de las negociaciones
- Briefing del 20/11 con MRE sobre transparencia
- Briefing del 21/11 con apertura de Mary Robinson sobre actualizaciones de las negociaciones
La delegación de LACLIMA también capacitó a 12 jóvenes a lo largo del año y a 6 jóvenes de entre 20 y 28 años provenientes de los estados de BA, CE, PA, PE, SP y TO durante la COP 29, en colaboración con Climate Reality Project Brasil, a través del proyecto “Operação COP”. Este proyecto busca formar a jóvenes líderes especializados en negociaciones climáticas, ofreciendo entrenamientos y talleres sobre los temas más relevantes del régimen de la CMNUCC. Los jóvenes participaron en la COP 29 acompañando a los delegados de LACLIMA en las salas de negociación, aprendiendo en la práctica cómo funciona el proceso de negociación multilateral en materia climática.
Durante las dos semanas, LACLIMA también participó en 15 paneles de debate en la COP 29.
La delegación de LACLIMA incluyó a los miembros de la junta ejecutiva Flávia Bellaguarda, Caroline Rocha y André Santos, y a los coordinadores y consultores Gaia Hasse, Enéas Xavier, Juliana Marcussi, Maria Gabriella y Yago Freire. También estuvieron presentes los miembros del Consejo de LACLIMA Caroline Prolo, Carlos Rittl y Rodrigo Sluminsky. Todo esto fue posible gracias al apoyo del equipo administrativo de LACLIMA, compuesto por Bárbara Prado y Giovana Serra, y al equipo de comunicación de Causo y Mariana Maraschin.
Financiamiento Climático
La agenda de financiamiento en la COP 29 abarcó diversos temas de negociación. Sin embargo, los países optaron por centrar sus esfuerzos prioritariamente en el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado de Financiamiento Climático (NCQG, por sus siglas en inglés), dado el plazo para la adopción de una decisión sobre este tema en esta COP.
Histórico de las negociaciones
Las discusiones sobre el NCQG comenzaron con las reacciones de las Partes al borrador de texto elaborado por los cofacilitadores del programa de trabajo ad hoc. Este texto preliminar fue ampliamente rechazado, ya que no reflejaba adecuadamente las opiniones de las Partes. Ante esto, el documento fue reformulado y ampliado, permitiendo el avance en algunas cuestiones técnicas, como la transparencia, el acceso al financiamiento y la creación de capacidades. A pesar de estos avances puntuales, no se lograron progresos significativos en los elementos centrales de la meta al final de la primera semana.
Al finalizar la primera semana, el texto fue remitido a la Presidencia de la COP, que tomó medidas para impulsar las negociaciones. Se designaron dos Ministros para realizar consultas políticas con las Partes, con el objetivo de avanzar en temas fundamentales como el monto total de la meta (quantum), la base de contribuyentes y la estructura general del financiamiento. Además, bajo la dirección de la Presidencia, se llevaron a cabo sesiones con los jefes de delegación para abordar los aspectos técnicos de la meta. Asimismo, Brasil y el Reino Unido fueron invitados a asesorar a la Presidencia en la búsqueda de resultados equilibrados en la COP 29.
Durante la segunda semana de negociaciones, se publicaron diversas versiones del proyecto de decisión sobre el NCQG, reflejando las interacciones continuas entre las Partes. Inicialmente, se presentó una primera compilación simplificada de propuestas como transición hacia el texto preliminar de decisión de la Presidencia, que incluía opciones surgidas de las consultas ministeriales. Este documento fue considerado equilibrado, al incorporar elementos cualitativos y cuantitativos, como obligaciones de provisión de los países desarrollados, pisos de financiamiento regional y para países vulnerables, la concesión de recursos financieros en forma de subvenciones o en condiciones altamente concesionarias, entre otras disposiciones.
Sin embargo, a medida que avanzaron las negociaciones, la Presidencia publicó una nueva versión del texto, con un lenguaje más conciso y simplificado. Aunque esta versión buscaba facilitar el consenso, fue ampliamente criticada por su ambigüedad y por omitir elementos esenciales. No mencionaba explícitamente las obligaciones de provisión de recursos, proponiendo una meta global bajo la responsabilidad de todos los actores para movilizar USD 1.3 billones anuales hasta 2035. El texto tampoco abordaba los derechos humanos ni excluía ciertos flujos financieros, como préstamos, de la contabilidad de financiamiento climático. Además, la nueva redacción no incluía ningún posicionamiento contrario a las inversiones en combustibles fósiles, lo que generó preocupaciones sobre su idoneidad para promover una transición climática justa y efectiva.
Decisión adoptada
La decisión adoptada exhorta a “todos los actores” a trabajar conjuntamente para aumentar el financiamiento destinado a los países en desarrollo, a partir de todas las fuentes públicas y privadas, con el objetivo de alcanzar al menos USD 1.3 billones anuales para 2035.
Específicamente, en relación con los países desarrollados, se decide establecer una meta “como extensión de la meta” de USD 100 mil millones anuales mencionada en el párrafo 53 de la decisión 1/CP.21. Esta meta incluye un compromiso de liderazgo por parte de los países desarrollados, con un monto de al menos USD 300 mil millones anuales hasta 2035, destinados a los países en desarrollo Parte. Aunque se espera que los países desarrollados lideren la consecución de esta parte de la meta, esta podrá alcanzarse a través de una amplia variedad de fuentes, públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluidas fuentes alternativas. Asimismo, podrá contabilizarse la totalidad de los flujos financieros relacionados con el clima, incluidos los movilizados por los bancos multilaterales de desarrollo. No se materializó la solicitud de los países en desarrollo de establecer una asignación específica de financiamiento público por parte de los países desarrollados.
La decisión alienta a los países en desarrollo a realizar contribuciones de manera voluntaria, incluso a través de la cooperación Sur-Sur.
Además, subraya la importancia crítica de reducir significativamente el costo del capital, aumentar la proporción de financiamiento movilizado a partir de fuentes públicas para 2030 y crear espacio fiscal en los países en desarrollo mediante el uso de instrumentos innovadores, tales como instrumentos de primera pérdida, garantías, financiamiento en moneda local e instrumentos de mitigación de riesgos cambiarios.
En términos de quantum, la decisión establece que se debe proporcionar un aumento significativo de recursos públicos a través de las entidades operativas del Mecanismo Financiero, el Fondo de Adaptación, el Fondo para los Países Menos Adelantados y el Fondo Especial para el Cambio Climático. Asimismo, se decide triplicar, como mínimo, los flujos anuales de estos fondos con respecto a los niveles de 2022, para 2030.
En cuanto al proceso, se lanza la “Ruta de Bakú a Belém para los USD 1.3 billones”, con el objetivo de aumentar el financiamiento climático para los países en desarrollo y apoyar trayectorias de desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y resilientes al clima. Esto incluye la implementación de las NDC y los Planes Nacionales de Adaptación, mediante donaciones, instrumentos concesionales y no generadores de deuda, así como medidas para crear espacio fiscal, tomando en cuenta iniciativas multilaterales relevantes, según corresponda. Las Presidencias de las COP respectivas deberán elaborar un informe que resuma el trabajo a medida que lo concluyan hasta la COP 30/CMA 7.
Finalmente, se decide que la implementación de esta decisión será evaluada como parte del Balance Mundial del Acuerdo de París, iniciando deliberaciones sobre los próximos pasos antes de 2035, incluyendo una revisión de esta decisión en 2030.
“Consenso” en la adopción
Tras proclamar la adopción de la decisión, el Presidente de la COP 29/CMA 6 dio la palabra a la India, que manifestó su objeción explícita a la adopción, alegando que había intentado intervenir antes de que el Presidente tomara una decisión. (El Presidente leyó el informe y decidió de inmediato, sin esperar reacciones de las Partes ni anunciar las tradicionales palabras: “Hearing no objections, it is so decided”, sorprendiendo a todos). Posteriormente, Bolivia, Nigeria y el Grupo de los Países Menos Adelantados respaldaron la posición de la India. El Presidente tomó nota de estas declaraciones y continuó la sesión, manteniendo la decisión adoptada.
Para un análisis sobre el proceso de consenso en la CMNUCC, recomendamos la lectura de esta opinión elaborada por nuestros colegas de Legal Response International.
Adaptación
La agenda de negociaciones sobre adaptación enfrentó varios desafíos durante la COP 29. Mientras que las discusiones sobre el Informe y la Revisión del Comité de Adaptación (AC) fueron bloqueadas por el Grupo Africano de Negociadores, tampoco se logró una decisión sobre los Planes Nacionales de Adaptación (NAPs), debido a la resistencia de los países desarrollados a incluir compromisos de provisión de financiamiento climático para la elaboración de los NAPs. En consecuencia, este debate se pospuso para el próximo año. Así, la atención se centró en las negociaciones sobre el Objetivo Global de Adaptación (GGA), enfocadas en tres aspectos clave:
- El programa de trabajo EAU-Belém sobre indicadores para medir el progreso de las metas temáticas y dimensionales establecidas en la COP 28.
- Aspectos relacionados con el párrafo 38 de la decisión 2/CMA.5, que aborda cuestiones operativas para el funcionamiento del GGA y su relación con futuros procesos del Balance Mundial.
- Debates sobre el concepto de adaptación transformacional y su posible relación con el GGA.
Al cabo de dos intensas semanas de debates, se alcanzó un consenso difícil entre las Partes, resultando en una decisión que define el camino del GGA hacia Belém. La decisión reafirma el mandato para que el grupo de expertos técnicos revise y refine el mapeo de los indicadores para medir el progreso de las metas de adaptación, confirmando que la decisión final sobre la lista de indicadores será adoptada por la CMA 7 en Belém.
Se destaca el reconocimiento de la importancia del equilibrio de género y la diversidad geográfica entre los miembros del grupo de expertos, así como la relevancia de incluir conocimientos tradicionales, de pueblos indígenas y sistemas locales de conocimiento en el programa de trabajo de los indicadores. La decisión fomenta el diálogo continuo entre Partes, expertos y otros actores clave, prevé la realización de talleres y diálogos a lo largo del próximo año para facilitar el progreso de este complejo trabajo.
El texto establece criterios adicionales para los indicadores, que incluyen:
- Mensurabilidad y disponibilidad de datos para monitorear el progreso de manera transparente.
- Capacidad de utilización de datos existentes o de fácil recolección.
- Uso de métricas consolidadas y disponibles.
- Relevancia para múltiples metas temáticas.
- Orientación hacia resultados.
Para evitar sobrecargar a los países con nuevas obligaciones de reporte, la decisión define que el resultado final del Programa de Trabajo EAU-Belém sobre indicadores será un conjunto manejable de no más de 100 indicadores.
Estos indicadores deberán ser aplicables globalmente y compilados en un menú que abarque diversos contextos de acción en adaptación, permitiendo que las Partes seleccionen los que reportarán, según sus circunstancias nacionales. También deberán permitir evaluar el progreso en los diversos componentes de las metas.
La decisión reconoce la importancia de que los indicadores reflejen información sobre inclusión social, pueblos indígenas, procesos participativos, derechos humanos, igualdad de género, migrantes, niños y jóvenes, y personas con discapacidad. Además, se mapearán indicadores cuantitativos y cualitativos para facilitar la implementación de acciones de adaptación.
La referencia a los medios de implementación —financiamiento, desarrollo de capacidades y transferencia de tecnología— se incluyó de forma marginal en los momentos finales de la COP 29. La decisión estipula que los expertos técnicos desarrollen, cuando sea necesario, indicadores de factores habilitantes para la implementación de acciones de adaptación, incluyendo los medios de implementación.
Paralelamente, se lanzó la Ruta de Adaptación de Bakú, una propuesta del Grupo Árabe que inicialmente encontró resistencia. Esta ruta tiene como objetivo avanzar en el cumplimiento del Artículo 7.1 del Acuerdo de París y apoyar la implementación de los elementos descritos en el párrafo 38 de la decisión 2/CMA.5. Dado el tiempo limitado, las Partes acordaron continuar estas discusiones en una etapa posterior.
Finalmente, en cuanto a la adaptación transformacional, las Partes optaron por una solución intermedia: reconocieron que tanto las aproximaciones incrementales como las transformacionales son esenciales para proteger el bienestar de las personas y del planeta, y tomaron nota del informe técnico preparado por la Secretaría. Las discusiones continuarán el próximo año.
Artículo 6
A diferencia del fracaso ocurrido en la COP 28, donde no se alcanzaron decisiones sobre este tema, los avances en la operacionalización de los instrumentos de cooperación del artículo 6 del Acuerdo de París comenzaron rápidamente con una decisión en la sesión plenaria de apertura de la COP 29. Esta decisión abordó el Mecanismo de Acreditación del Acuerdo de París previsto en el artículo 6.4 (“PACM” – Paris Agreement Crediting Mechanism). En ella, las Partes decidieron reconocer la adopción, por parte del Órgano de Supervisión del Mecanismo (SBM), de los requisitos para la aprobación de metodologías y actividades de remoción de GEI de la atmósfera. Estos requisitos servirán de base para la selección de actividades que podrán emitir unidades certificadas de emisiones, las cuales serán transaccionadas en el mercado.
Con esto resuelto, los países pudieron avanzar en otras resoluciones esenciales para la implementación del mercado. Como resultado, se establecieron decisiones y mandatos, incluyendo el requerimiento al SBM para acelerar la implementación del registro del mecanismo y desarrollar estándares e instrucciones relacionadas con la selección de actividades que emitirán créditos. Además, se deliberó sobre el procedimiento para la autorización de ajustes correspondientes para el uso de estos créditos en el cumplimiento de las NDCs u otros objetivos internacionales de mitigación. Asimismo, se otorgó una prórroga hasta el 31/12/2025 para la transición de actividades forestales registradas bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio al mecanismo del artículo 6.4.
A partir de estas decisiones, se iniciará el detalle de los requisitos para la aprobación de actividades que generen créditos del artículo 6.4 y el trabajo para implementar la estructura de registro y procesos operativos del mecanismo.
En cuanto a las aproximaciones cooperativas (artículo 6.2 del Acuerdo de París), relacionadas con la transferencia internacional de resultados de mitigación (ITMOs), las negociaciones comenzaron con el desafío de un borrador de decisión de 43 páginas, repleto de opciones y posiciones divergentes. Durante la Conferencia, tras las advertencias del Presidente del SBSTA y de la Presidencia de la COP, los negociadores hicieron esfuerzos conjuntos para superar las divergencias, logrando al final de la primera semana un borrador limpio de 19 páginas. Este texto sirvió como base para las negociaciones de la segunda semana, realizadas principalmente en reuniones a puerta cerrada, sin participación de observadores.
A partir de esta decisión, los países trabajaron bilateralmente para superar puntos de divergencia restantes, tales como:
- El proceso de autorizaciones necesarias para el uso de ITMOs.
- La información que deben contener dichas autorizaciones y la posibilidad de modificación o revocación futura.
- La inclusión de información adicional en el informe inicial sobre acuerdos de ITMOs.
- Las reglas para la primera transferencia de ITMOs.
- Los formularios y tablas para el reporte anual de información.
- El proceso para identificar, notificar y corregir inconsistencias en los reportes, como parte del trabajo del equipo de revisión técnica del artículo 6.
- La interoperabilidad entre el registro internacional del artículo 6.2 y el registro del artículo 6.4, así como las funcionalidades adicionales del registro internacional del artículo 6.2 para apoyar a países sin registros nacionales, entre otras deliberaciones.
En cuanto al instrumento previsto en el Artículo 6.8, referente a enfoques no mercadológicos de mitigación y adaptación (NMAs), se logró un acuerdo rápidamente. Al final de la primera semana, las Partes consensuaron un texto de decisión que fue remitido directamente para aprobación de la CMA. Este reflejó actividades realizadas durante la COP, enfocadas en el intercambio de información sobre NMAs en desarrollo, casos de éxito y apoyo a iniciativas de capacitación, transferencia de tecnología y financiamiento. También se informó que los países comenzaron a registrar NMAs en la Plataforma creada por la Secretaría, optimizando el intercambio de información.
Durante las negociaciones, algunos países propusieron fomentar la conexión entre la CMNUCC y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, explorando sinergias entre NMAs e iniciativas conjuntas. Aunque esta propuesta no fue aceptada, la decisión reconoce la importancia de desarrollar NMAs que vinculen la acción climática con la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible, incluyendo las llamadas Acciones en Pro de la Madre Tierra, basadas en diversos sistemas de valores, como el equilibrio y armonía con la Madre Tierra.
Finalmente, las Partes se prepararon para continuar actividades de capacitación e intercambio de información a través de la Plataforma y de eventos a ser promovidos el próximo año, con el objetivo de fomentar una mayor participación de actores clave, como organizaciones internacionales, expertos técnicos, sector privado, sociedad civil, pueblos indígenas e instituciones financieras.
Mitigación
El principal tema de la agenda de mitigación en la COP 29 fue el Programa de Trabajo de Mitigación (Mitigation Work Programme, “MWP”). Este programa volvió a ser uno de los más polarizados, con las Partes adoptando posturas firmes e inflexibles, especialmente respecto a la posibilidad de que el MWP abordara métricas y brechas de mitigación identificadas en la decisión de la COP 28 sobre el balance mundial (GST). Los países en desarrollo del grupo LMDC y del Grupo Árabe se mantuvieron firmes en su oposición a que los resultados del GST orientaran los trabajos del MWP. Por otro lado, países como Australia, Corea del Sur, Suiza y el grupo de pequeños estados insulares (AOSIS) presionaron en sentido contrario.
El LMDC y el Grupo Árabe justificaron su posición argumentando que incluir métricas u objetivos, incluso colectivos, en el MWP comprometería el carácter nacionalmente determinado de los compromisos de mitigación, algo que consideraban inaceptable. Brasil, por su parte, no se alineó con ninguno de los lados de la polarización, defendiendo que el MWP debería ser un espacio de confianza e intercambio de experiencias entre las Partes, enfocado en la implementación en lugar de aumentar la ambición de mitigación.
Ante la falta de consenso durante la primera semana, las Partes aplicaron la Regla 16 de las normas de procedimiento de la CMNUCC, que pospone las discusiones para el próximo año sin considerar ninguno de los documentos producidos en esta sesión.
Sin embargo, gracias a un gran esfuerzo de la Presidencia y a la presión de países que deseaban continuar las discusiones en esta sesión, se logró retomar las negociaciones durante la segunda semana. Las negociaciones del MWP reanudaron desde cero, con las Partes invitadas a expresar sus expectativas respecto a la decisión de la CMA 6 sobre el programa. A pesar de la reiteración de desacuerdos previos, la propuesta brasileña de crear una plataforma digital para conectar iniciativas y proyectos de mitigación con potenciales inversionistas fue, en general, bien recibida.
En este nuevo contexto, las Partes acordaron excluir referencias al GST y a las brechas de mitigación reconocidas en la decisión de Dubái. La propuesta brasileña de creación de una “plataforma digital para facilitar la implementación de acciones de mitigación, promoviendo la colaboración entre gobiernos, financiadores y otras partes interesadas en el desarrollo de proyectos invertibles, de manera alineada con los intereses nacionales y determinados por el propio país” se mantuvo. Esta iniciativa podría otorgar un nuevo propósito al MWP, cuya implementación sería debatida en la conferencia de Bonn de 2025.
La decisión adoptada en la plenaria toma nota de la propuesta brasileña e invita a las Partes, observadores y otras partes interesadas a presentar, a través del portal de envíos, sus opiniones sobre el diseño y las características de la plataforma mencionada antes del 1 de mayo de 2025, con el objetivo de intercambiar puntos de vista en Bonn en junio de 2025.
Balance Mundial del Acuerdo de París
El tema controvertido que bloqueó el avance del MWP durante la primera semana fue tratado en la decisión del Diálogo de los EAU (UAE-Dialogue), un punto de la agenda destinado a discutir las modalidades de un diálogo continuo sobre la implementación de las recomendaciones del Primer Balance Mundial del Acuerdo de París adoptado en la COP 28. Existía una gran expectativa de que este punto de la agenda abordara cómo monitorear la implementación del Primer Balance Mundial para garantizar que las nuevas NDCs sigan dichas orientaciones, incluidas las relacionadas con la transición lejos de los combustibles fósiles. Sin embargo, desde el principio, estas discusiones se mostraron conflictivas, con el grupo de los LMDCs resistiéndose firmemente a abordar el tema y tratando de enmarcarlo únicamente como una discusión sobre financiamiento para la adopción de las medidas recomendadas.
Al final, el borrador de decisión sometido a la plenaria fue un texto considerablemente diluido, aunque incluía cierta elaboración sobre la operacionalización del diálogo hasta el año 2026, mediante vías paralelas para el seguimiento de las recomendaciones del GST, incluyendo mitigación, adaptación, pérdidas y daños y medidas de respuesta.
No obstante, el texto fue ampliamente rechazado durante la plenaria final, por lo que se aplicó la Regla 16, remitiéndose el asunto para su consideración en la próxima COP.
Pérdidas y Daños
Con la adopción de las decisiones en la COP 28 sobre la operacionalización del Fondo para Pérdidas y Daños y la Red de Santiago, y el cierre de un ciclo decisorio políticamente intenso sobre Pérdidas y Daños, se esperaba que las negociaciones en la COP 29 sobre los puntos aparentemente técnicos de las agendas serían menos conflictivas. Sin embargo, esta expectativa se desvaneció desde la primera semana. La insatisfacción de Kenia con la decisión de establecer la sede de la Secretaría de la Red de Santiago en Ginebra resultó ser un gran obstáculo en las negociaciones. Finalmente, las Partes acordaron una decisión procedimental, reconociendo de manera vaga los avances del Mecanismo Internacional de Varsovia (WIM, por sus siglas en inglés) y de la Red de Santiago, pero remitiendo las discusiones sobre el Informe Anual Conjunto (JAR, por sus siglas en inglés) y la revisión del WIM a la SB62. Una vez más, se indicó que las consideraciones sobre la gobernanza del WIM seguirán siendo debatidas en la COP 30/CMA 7.
Por otro lado, las negociaciones sobre la revisión del primer año de trabajo del Fondo de Pérdidas y Daños desde su operacionalización en la COP 28 avanzaron, resultando en la adopción de una decisión que, entre otros aspectos, reconoce la selección de Filipinas como país anfitrión del Consejo del Fondo y la firma del acuerdo de cooperación correspondiente. La decisión también valora el trabajo del Banco Mundial en la operacionalización del Fondo y agradece las promesas de contribuciones al Fondo por parte de los gobiernos de Australia, Austria, Estonia, Luxemburgo, República de Corea, Nueva Zelanda y Suecia, así como del gobierno de la Región de Valonia, en Bélgica.
Transición Justa
En la COP 29, se esperaba que el Programa de Trabajo sobre Transición Justa se involucrara en procesos sustantivos de negociación. Sin embargo, esta expectativa se frustró desde la primera semana, ya que no fue posible alcanzar un consenso entre las Partes sobre el borrador de decisión que serviría como base para las negociaciones durante la semana política.
La segunda semana de la COP estuvo marcada por el silencio en los pasillos y salas de negociación. Mientras la Presidencia y las delegaciones de Brasil y el Reino Unido realizaban consultas con grupos regionales, no se compartió ningún texto, y las Partes no tenían mandato para autoorganizarse ni para sostener conversaciones informales. Ante esta situación, la Presidencia presentó un texto el jueves por la mañana (penúltimo día de negociaciones formales), que incluía algunas opciones de redacción, pero sin avances significativos en términos sustantivos para operacionalizar el programa de trabajo.
En la mañana del último día previsto para las negociaciones, la Presidencia comunicó que se compartirían nuevos borradores de decisión antes del mediodía, para recibir comentarios puntuales de las Partes, con el objetivo de presentar un texto final antes de la medianoche del viernes 22 de noviembre, previo a la plenaria del sábado 23.
Al mediodía del 22 de noviembre, se presentó un nuevo borrador que contenía cuatro puntos principales:
- El texto mencionaba expresiones como “derechos humanos” y “género” solo a modo de reconocimiento, sin establecer vinculaciones concretas.
- Respecto a los dos diálogos anuales realizados en 2024, hubo divergencias, ya que el G77 + China se opuso a incluir esta mención debido a críticas sobre el manejo poco equilibrado de los procesos. Por tanto, el texto se limitó a reconocer el trabajo de los órganos subsidiarios en la organización de los diálogos, sin mencionar sus resultados.
- En cuanto al alcance del plan de trabajo, el texto subrayó la necesidad de abordar de manera equilibrada los aspectos relacionados con la energía, la fuerza laboral y los aspectos socioeconómicos, evitando un enfoque excesivo en la fuerza laboral, como preferían algunos países desarrollados.
- El punto más destacado fue la propuesta brasileña de crear un comité para estudiar resultados concretos del programa. Aunque esta propuesta no fue incorporada, la decisión invitó a las Partes, observadores y otros actores a presentar, a través del portal de presentaciones, sus visiones sobre resultados concretos para alcanzar los objetivos del programa, según lo dispuesto en el párrafo 2 de la decisión 3/CMA.5. También se solicitó una compilación de estas visiones para su presentación en la próxima sesión de los Órganos Subsidiarios.
Sin embargo, el texto fue rechazado durante la plenaria final, y se aplicó la Regla 16, remitiendo el tema para su consideración en la próxima COP.
Transferencia de tecnología
En la COP 29, los temas centrales relacionados con la transferencia de tecnología incluyeron la evaluación y el futuro del Programa Estratégico de Poznan para la Transferencia de Tecnología (PSP), lanzado en la COP 14, en 2008. Este programa tiene como objetivo facilitar la transferencia de Tecnologías Ambientalmente Aceptables (TAA) a los países en desarrollo, abordando las prioridades locales y las necesidades específicas. Otro punto clave fue la estructuración del Programa de Implementación de Tecnología (TIP), discutido inicialmente en la COP 28. Se espera que este nuevo programa refuerce la implementación de tecnologías climáticas esenciales para mitigar y adaptarse al cambio climático a escala global.
Durante las negociaciones, las delegaciones llegaron a un consenso sobre el inicio del cierre del PSP y la evaluación general del programa. En cuanto al TIP, hubo un debate intenso, pero sin consenso. Los principales puntos de divergencia incluyeron la estructura del programa, con propuestas para la creación de una aceleradora de implementación de tecnologías y un centro de transferencia de conocimientos. Además, se discutió la participación de organizaciones de la sociedad civil en el proceso y la inclusión, en su alcance, de iniciativas para facilitar el acceso de los países en desarrollo o menos desarrollados a las tecnologías, como la flexibilización de los derechos de propiedad intelectual y la superación de barreras comerciales. Sin embargo, estas cuestiones fueron pospuestas para el próximo año.
En resumen, la decisión: reconoce los esfuerzos del GEF en la financiación e implementación de las iniciativas del programa en los últimos años; solicita la elaboración de un informe evaluando el Programa Estratégico de Poznan, que debe concluirse hasta junio de 2026, con un balance de los avances alcanzados, los principales desafíos enfrentados y los éxitos y lecciones aprendidas durante la implementación; requiere un análisis del informe para ser discutido en la COP 31 con el objetivo de apoyar las actividades identificadas en las NDCs, los planes nacionales de adaptación, las evaluaciones de necesidades tecnológicas y las estrategias a largo plazo de los países en desarrollo. Además, el proceso ayudará a informar los próximos pasos del TIP; y recomienda una decisión final sobre la creación y estructuración del TIP en la COP 30.
Transparencia
La Conferencia de Bakú representa un hito importante para la transparencia en el contexto del Acuerdo de París, siendo la última antes de la entrega de los BTR (Informes Bienales de Transparencia) en diciembre de 2024. Cabe destacar que las Partes ya habían decidido que 2024 sería el año de transición de los BR y BUR (informes de transparencia bajo la CMNUCC) a los BTR.
Sin embargo, ante la posibilidad de que algunos países se retiren del Acuerdo de París, pero permanezcan en la CMNUCC, se discutió la necesidad de que esos países continúen presentando informes bajo la Convención. En este escenario, los países que no sean parte del Acuerdo de París seguirían sometiendo BR (para países del Anexo I) o BUR (para países no incluidos en el Anexo I). De esta forma, la Secretaría mantendría la elaboración de informes resumidos de los instrumentos de la Convención, aunque se presentara un número reducido de informes o incluso solo uno. A pesar de que ningún documento oficial de las negociaciones reflejó este debate, se espera que el tema resurja en la sesión de Bonn en junio de 2025, especialmente si Estados Unidos u otros países inician procesos de salida del Acuerdo de París pero permanecen en la CMNUCC.
Otro punto relevante de las negociaciones fue el financiamiento para la transparencia. Los países en desarrollo informaron dificultades para acceder a recursos y capacitación suficientes para cumplir con los requisitos del BTR. Por otro lado, los países desarrollados argumentaron que los fondos disponibles en el GEF no fueron plenamente utilizados por los países elegibles para este fin.
Las discusiones avanzaron sobre qué países en desarrollo tendrían derecho a acceder a esos fondos (¿todos los países en desarrollo o solo los más pobres?) y sobre cómo hacer más eficientes los flujos financieros y el acceso a los mismos.
En este contexto, la decisión reconoció que los países en desarrollo necesitan apoyo adicional en los arreglos institucionales, la gestión de datos y la capacitación, según corresponda, para fortalecer sus capacidades relacionadas con la recopilación, análisis y gestión de datos. Además, solicitó que la Secretaría organice talleres con la participación del GEF para facilitar el intercambio de experiencias entre países, con el fin de identificar y superar las dificultades encontradas en la elaboración de los BTR.
Image: IISD/ENB | Mike Muzurakis